Ya hace una semana que pasó la Festividad de Todos los Santos, o si nos modernizamos y empatizamos con los americanos, Halloween.
Como más vale tarde que nunca, os presento a la obra Danza Macabra de Camille Saint-Sáens.
La Danza macabra es un poema sinfónico de que lleva el número de opus 40, compuesto en 1874 y basado en un poema de Cazalis, en el que la muerte toca el violín y los esqueletos bailan a su compás.
Para conseguir este clima fantasmagórico, al autor hace uso de variados recursos orquestales, desde un xilófono que imita el ruido de los huesos al danzar, a la inclusión del Dies Irae o la personificación del oboe como gallo que anuncia la salida del sol.
El sonido irreal del violín se logra cambiando la afinación de la cuerda más aguda.
Escuchando ésto, ahora recuerdo que el recurso del xilófono para los huesos al danzar se utiliza mucho, sobretodo en el cine (como en la novia cadáver) ahora sé de dónde lo han sacado... ;)
ResponderEliminarUn blog muy interesante!!